
Podemos clasificar los micrófonos de varias maneras, pero una de las más básicas e imprescindibles es la directividad. ¿Qué quiere decir eso de la directividad?
Un micrófono no es más que una membrana que recoge las ondas de sonido que llegan hasta ella y vibra. Esa vibración es recogida por el resto del aparato (en cada caso de una forma distinta) y se transforma en electricidad. Saber cómo llega esa onda es una de las claves a la hora de escoger micrófono. Y es que no todos los micrófonos recogen todas las ondas sonoras a su alrededor. La directividad nos dice si el micrófono es sensible a los sonidos sólo en una dirección o en todas.
Tipos de micrófono según su formato:

Micrófonos de mano: son los que se utilizan regularmente, ya que se pueden utilizar sujetándolos con la mano (como en entrevistas o conciertos en directo) o colocarlos en el pedestal. Generalmente los micrófonos de condensador vienen ya con soportes especiales para ser colocados en pedestales, con gomas («araña») que sirven de suspensores para evitar que las vibraciones del pedestal se cuelen en la grabación.
Micrófonos de solapa o «Lavalier»: antiguamente se colocaban en la corbata o solapa de la camisa del locutor. Ahora los modelos son más discretos y se enganchan fácilmente en cualquier prenda de ropa para disimularlos, por lo que son muy pequeños.

Micrófonos de solapa: no los vemos pero están ahí. Son los que se suelen integrar en los teléfonos, grabadoras o webcams.
Micrófonos de diadema: son los que vemos frecuentemente en auriculares gaming que llevan el micrófono integrado.

Micrófono ganso: Estos micrófonos están montados en un cuello flexible que permite ajustar la posición y el ángulo del micrófono según sea necesario.
Son ideales para aplicaciones donde se necesita un micrófono montado en un escritorio, podio o superficie similar, como conferencias, entrevistas, presentaciones en vivo, etc.
Son ampliamente utilizados en entornos de conferencias, estudios de radio, iglesias y salas de conferencias.

Micrófono condensador: Ofrecen una respuesta de frecuencia amplia y una sensibilidad superior, lo que los hace ideales para grabaciones de alta calidad en estudio, voces, instrumentos acústicos y transmisiones en vivo.
Requieren alimentación fantasma (phantom power) para funcionar, que puede provenir de una interfaz de audio, mezclador o preamplificador.
Son conocidos por su respuesta precisa y detallada, así como por su capacidad para capturar sonidos sutiles y matices.
Son una opción popular entre los músicos, ingenieros de sonido, locutores y podcasts que buscan una reproducción fiel del sonido.

Micrófono Ambientales: Los micrófonos ambientales están diseñados para capturar el sonido ambiente de una escena o entorno en particular, suelen tener una respuesta de frecuencia amplia para capturar la gama completa de sonidos presentes en el entorno.
Se utilizan comúnmente en producciones cinematográficas, grabaciones de naturaleza, documentales, teatro y música experimental, pueden ser micrófonos de condensador o dinámicos, dependiendo de las preferencias del usuario y las características específicas de la aplicación.
Micrófonos diadema

También conocidos como micrófonos de banda, se ajustan muy cómodamente a la cabeza, y permiten a la persona que graba hacerlo con las manos libres, siendo esta su principal ventaja. La mayoría de los modelos ofrecen una gran flexibilidad, por lo que no te resultará nada complicado ajustar el ángulo del micrófono a tu gusto. Eso sí, recuerda que los micrófonos de diadema pueden ser, o no, inalámbricos. Si estás buscando un micrófono que no utilice hilos o cables para recibir y enviar el sonido, echa un vistazo a nuestra página de micrófonos diadema inalámbricos. Estos son usados mucho por STAFF, operadores y personal de montaje.
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